Arrancamos este blog hablando primeramente del cuidado del órgano más grande que tenemos, que es la piel. En concreto, la piel del rostro. Arrancamos este blog hablando primeramente del cuidado del órgano más grande que tenemos, que es la piel. En concreto, la piel del rostro.
Debemos tener en cuenta que para conseguir una piel radiante y luminosa, es necesario mantener una correcta rutina de limpieza facial y apartando 10 minutos diarios para cuidarnos y mimarnos, vamos a notar una gran diferencia desde el primer día.
¿Qué es la doble limpieza?
Son dos pasos por el cual limpiamos la piel en profundidad, evitando así la acumulación de residuos y previniendo la aparición de espinillas que, muchas veces se producen por restos de maquillaje o sudor que quedan en la piel. Incluyendo esta rutina vamos a notar la piel mucho más suave, luminosa y con los poros más limpios. La textura de la piel mejora desde el primer día.
El primer paso consiste en retirar el maquillaje utilizando un aceite limpiador, por mi experiencia sé que el Natural Cleansing Oil no sólo desvanece por completo el maquillaje y el protector solar, sino que también protege y refuerza la barrera de la piel, lo que le hace algo más que solo un demaquillante.
El segundo paso consiste en limpiar con el gel limpiador apropiado para nuestro tipo o estado de piel, con el cual retiraremos cualquier resto de producto que se haya quedado en el paso anterior y así la piel quede completamente limpia y preparada para recibir los tratamientos posteriores.
La doble limpieza con aceite lo haremos sólo por las noches y por el día con el gel limpiador sería suficiente.
